El jurado otorga $ 265 millones al agricultor cuyos cultivos fueron dañados por Dicamba
La apuesta de 63 millones de dólares del CEO de Bayer, Werner Baumann, por comprar Monsanto continúa cayendo en espiral. Bayer no solo enfrenta más de 43,000 reclamos de glifosato de los usuarios de Roundup afectados por el cáncer, sino que ahora, un pequeño ejército de agricultores está haciendo fila para demandar a la compañía dicamba, otro herbicida de Monsanto que ha estado destruyendo cultivos alimenticios.
En retrospectiva, Baumann debería haber considerado detenidamente la exposición de Bayer a posibles responsabilidades de Monsanto antes de cobrar por su adquisición de Monsanto. Ya en 2004, los científicos advirtieron esa dicamba era hasta "400 veces más peligrosa para las plantas fuera del objetivo" que el ingrediente activo en Roundup. Sin embargo, al igual que ha respaldado el uso de glifosato, la Agencia de Protección Ambiental aprobó su nueva formulación de dicamba.
¿El resultado? Millones de acres de cultivos alimenticios, desde la soja hasta la fruta del árbol, han sido destruidos. Una víctima es un agricultor de duraznos de Cape Girardeau, Missouri, cuyos huertos fueron arrasados por la "deriva" de dicamba. Bill Bader presentó una demanda contra Monsanto en 2016. El 15 de febrero de 2020, un jurado federal lo premió 265 millones de dólares. Actualmente, hay más de 140 demandantes detrás de Bader, todos los cuales buscan daños por millones de dólares.
A raíz de tres veredictos principales de glifosato, Las acciones de Bayer han perdido más de la mitad de su valor. Desde el verano pasado, las acciones de la compañía comenzaron a recuperarse, pero este último problema amenaza con deshacer ese progreso. Desde el veredicto de Bader Farms, las acciones de Bayer han caído un 8.6 por ciento.
No es de extrañar que Bauman sea el primer CEO de una importante corporación alemana en recibir un voto de "no confianza" de los inversores Además de eso, los políticos en Berlín están comenzando a presionarlo. Recientemente, el jefe del Partido Verde de Alemania advirtió: "Si Bayer quiere salvarse, la compañía tiene que cambiar ... sería mejor si la junta dejara paso a un nuevo comienzo". Y si todo eso no fue lo suficientemente malo, Baumann está a punto de perder a uno de sus últimos seguidores. Esta semana, el presidente de la junta directiva, Werner Wenning, quien estuvo detrás del asediado CEO, anunció que se jubilará dos años antes, renunciando justo antes de la reunión anual de la compañía a fines de abril.
El momento para Bayer y Baumann no podría ser peor. Wenning no solo ha sido un firme defensor de Bauman, sino que según el Wall Street Journal, ha desempeñado un papel importante en la orientación de Bayer a través de su actual crisis legal.