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¿Son efectivos los inhibidores de la bomba de protones?

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) como Prilosec (omeprazol) y Nexium (esomeprazol) se han relacionado con Numerosos efectos secundarios graves, desde neumonía, osteoporosis y cálculos renales hasta enfermedades cardiovasculares y cáncer. Estos medicamentos también se han implicado en el envejecimiento acelerado y la demencia, aunque los investigadores han encontrado evidencia conflictiva en este punto

A pesar de todos sus peligros, los PPI han sido considerado ser el medicamento más potente disponible para la supresión de la producción de ácido. Sin embargo, algunos científicos se preguntan si los inhibidores de la bomba de protones son incluso un tratamiento eficaz.

Esta pregunta se planteó en un estudio reciente publicado en la revista. Gastroenterología. La El equipo de investigación del Centro de Investigación y Educación de Resultados Cedars-Sinai utilizó una encuesta basada en la población para determinar qué tan bien estaban funcionando los IBP para tratar a los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE, más comúnmente conocido como "reflujo ácido"). Descubrieron que el 40 por ciento de los pacientes sometidos a tratamiento con un IBP continuaron experimentando síntomas. Más del 30 por ciento informó haber experimentado síntomas en los últimos siete días. De los que tomaban un IBP todos los días, más del 54 por ciento seguía teniendo "síntomas persistentes".

Los investigadores notaron algunas tendencias. Los pacientes que tenían más probabilidades de tener síntomas persistentes de ERGE eran jóvenes, mujeres y / o hispanos, o tenían comorbilidades como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn.

En abril 2018, investigación similar Con aproximadamente 800,000 registros de pacientes en Suecia, se descubrió que el uso a largo plazo de los IBP puede causar cáncer de esófago, una enfermedad que, irónicamente, se supone que estos medicamentos previenen.

La ERGE afecta a uno de cada cinco estadounidenses, y el 40 por ciento de ellos trata sus afecciones con IBP. No obstante, la mayoría de ellos siguen padeciendo síntomas de la enfermedad. A la luz de la investigación que vincula los IBP con efectos secundarios graves e incluso mortales, algunos sistemas de atención médica han dejado de recomendar y suministrar IBP por completo o están tomando medidas para reducir su uso.

La frecuencia y el tiempo que se toman estos medicamentos parece ser clave para determinar si un paciente experimentará o no efectos secundarios graves. Los PPI funcionan al apagar permanentemente el mecanismo en las células parietales que recubren el estómago (la bomba de protones) que lleva a cabo el paso final en la producción de ácido estomacal. Los pacientes que toman PPI ocasionalmente por un período corto de tiempo (generalmente no más de ocho semanas) parecen tener pocos problemas. Sin embargo, estos medicamentos se recetan en exceso y se usan en exceso; Algunos pacientes los toman diariamente durante años.

Ahora que una nueva investigación ha cuestionado la eficacia general de los IBP, queda por ver si más sistemas de atención médica comenzarán a reevaluar estos medicamentos.